he soñado contigo


Hay charcos de cerveza por donde han pasado, de puntillas, sus pies.

Puedo seguir la mirada anonadada del cielo hasta encontrarla bailando con los truenos  al ritmo de una música que sólo ella puede oír.
No hay ningún fuego como ella, lo juro. Danza entre la lluvia, incandescente, y sé que si me acercara me vería atrapada en esa mecha interminable que es su pelo, y me encendería.
Tiene cerrados sus ojos de hada, y se ríe en silencio de todos los necios que no pueden escuchar la música que guía sus pasos.
Qué no daría porque abriera los ojos y me viera ahí de pie, soñando con ella.
Los relámpagos convierten la arena bajo sus pies en cristales de colores, y el asfalto se convierte en un mar, y ella es esa playa silenciosa de la que jamás querrás marcharte.
Hay manchas de ceniza allá donde han rozado sus dedos.
Se apaga la tormenta cuando ella se ríe, y en algún lugar alguien vuelve a creer en la magia cuando la ve volar sobre un suelo que hace mucho que se le quedó pequeño.

La observo de lejos, y ella baila.

Sale de sus labios la chispa que enciende el aire a su alrededor, y ni el cielo ni la tierra ni yo podemos dejar de mirarla.
Tiene en la espalda un par de alas de mariposa que no puede ver, y por eso nunca sabrá que ella es la razón por la que a los huracanes se les pone nombre de mujer.

Ella baila y a lo lejos yo la observo, pero el sueño se  desvanece en cuanto estiro la mano para intentar alcanzarla.

Comentarios

Ehse ha dicho que…
Al fin y al cabo, los sueños los creamos a nuestra medida. Y esa es su gran fortaleza y su mayor debilidad.

Un abrazo!

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