tal vez el amor
Tal vez el amor sea tan simple
como preguntarle su opinión a un anciano
y que te diga la verdad.
Quizá es tan sólo una promesa
de estoy dispuesta a saltar por todos tus precipicios
y amortiguar tu caída
cuando toques fondo.
Que acariciar una mejilla sea lo mismo
que coger un puñado de arena mojada
y que las cartas de amor no sirvan para contar traslúcidas virtudes
sino para dar las gracias por haber aparecido
y por decidir quedarte.
Tal vez es que nuestras palabras son demasiado pequeñas
y es por eso que nos limitaron a un tú y un yo
que no abarcan ni la primera de las cinco capas del océano.
Para qué cojones tanta sangre y tantas venas
si nos conformamos con cortos lazos de seda
atándonos las muñecas.
Qué desperdicio no concebir amar con la misma intensidad
a todo aquel que lo merezca
luego habrá quien se queje de que hay gente por ahí
muriendo por falta de cariño.
Lo poco que se yo del amor
es lo que me han mostrado con su risa
y amo
como único gesto de rebeldía
contra ese ejército de falsos dioses
que nos obliga a caminar hacia el olvido
en fila india y de dos en dos.
Amo que no les huela el pelo a jaulas
y que prefieran una cerveza a un amanecer.
Admiro sus cojones de bailar bajo todas las tormentas
y perseguir a los relámpagos sólo para verse arder
Amo que su cariño venga con condiciones y manual de instrucciones
y que a cambio, una vez ha cogido carrerilla
siga a 180 sin frenos
y que nunca deje de acelerar.
Tal vez el amor es
elegir sin miedo el camino más oscuro
y no dudar nunca de la potencia de luz de tus farolas.
Cientos de ideas absurdas,
mar helado y luna llena
y despedirte de un pasado que te cierra la puerta en las narices
mientras tu ahí parada, absurda, grandiosa y eterna, y sin poder parar de reír
Drogadas de vida
cosas que se pierden, cosas que se encuentran
y todos mis agujeros negros se iluminan cuando te veo dormir.
Quizá el amor sea, no tener ni puta idea
y atreverse de todas maneras.
Es elegir, y que a veces te elijan
tu vida no pasará desapercibida porque yo seré testigo de todos y cada uno de tus errores
qué suerte he tenido de llegarte a conocer
Tal vez el amor sea, simplemente
pasárnoslo de puta madre, juntas
hasta que la muerte nos separe
e incluso entonces
que nuestros esqueletos bailen
sobre nuestras tumbas,
como preguntarle su opinión a un anciano
y que te diga la verdad.
Quizá es tan sólo una promesa
de estoy dispuesta a saltar por todos tus precipicios
y amortiguar tu caída
cuando toques fondo.
Que acariciar una mejilla sea lo mismo
que coger un puñado de arena mojada
y que las cartas de amor no sirvan para contar traslúcidas virtudes
sino para dar las gracias por haber aparecido
y por decidir quedarte.
Tal vez es que nuestras palabras son demasiado pequeñas
y es por eso que nos limitaron a un tú y un yo
que no abarcan ni la primera de las cinco capas del océano.
Para qué cojones tanta sangre y tantas venas
si nos conformamos con cortos lazos de seda
atándonos las muñecas.
Qué desperdicio no concebir amar con la misma intensidad
a todo aquel que lo merezca
luego habrá quien se queje de que hay gente por ahí
muriendo por falta de cariño.
Lo poco que se yo del amor
es lo que me han mostrado con su risa
y amo
como único gesto de rebeldía
contra ese ejército de falsos dioses
que nos obliga a caminar hacia el olvido
en fila india y de dos en dos.
Amo que no les huela el pelo a jaulas
y que prefieran una cerveza a un amanecer.
Admiro sus cojones de bailar bajo todas las tormentas
y perseguir a los relámpagos sólo para verse arder
Amo que su cariño venga con condiciones y manual de instrucciones
y que a cambio, una vez ha cogido carrerilla
siga a 180 sin frenos
y que nunca deje de acelerar.
Tal vez el amor es
elegir sin miedo el camino más oscuro
y no dudar nunca de la potencia de luz de tus farolas.
Cientos de ideas absurdas,
mar helado y luna llena
y despedirte de un pasado que te cierra la puerta en las narices
mientras tu ahí parada, absurda, grandiosa y eterna, y sin poder parar de reír
Drogadas de vida
cosas que se pierden, cosas que se encuentran
y todos mis agujeros negros se iluminan cuando te veo dormir.
Quizá el amor sea, no tener ni puta idea
y atreverse de todas maneras.
Es elegir, y que a veces te elijan
tu vida no pasará desapercibida porque yo seré testigo de todos y cada uno de tus errores
qué suerte he tenido de llegarte a conocer
Tal vez el amor sea, simplemente
pasárnoslo de puta madre, juntas
hasta que la muerte nos separe
e incluso entonces
que nuestros esqueletos bailen
sobre nuestras tumbas,
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