Darse por vencida

Mary Andrew escribió: 

¿Cuándo sé que es hora de darme por vencida? Me marcho en cuanto me doy cuenta de quiero permiso para hacerlo. Abandono cuando me encuentro a mi misma deseando que se me estuviera permitido. Esto empieza con confiar en tu corazón. A veces el darse por vencida lleva meses o años, el proceso de soltar conlleva mucha autoconvicción, mucha compasión, y luego, mucha pena.
Llevo un tiempo pensando que ojalá pudiera darme por vencida. Siempre he sido de tirar para adelante, pero últimamente no paro de pensar que ojalá alguien me dijera "mira, ya está bien, puedes abandonar y no pasa nada", y cada vez lo imagino con más frecuencia. ¿Vale la pena, realmente, seguir aferrándote a algo que deseas, con todas tus fuerzas, que te quiten de las manos? Es como ese extraño impulso que tenemos cuando nos repiten muchas veces que no hagamos algo, y entonces nos palpita el cuerpo con ganas de hacerlo. Me he repetido tantas veces: no abandones, no abandones, no abandones, que al final sólo puedo pensar en abandonar.

Darse por vencida no es una retirada, no creo. Darse por vencida es aceptar que hay cosas que no pueden ser, es aceptar el cansancio, el desgaste, la apatía. Porque tirar de tus sueños y de tu vida y sobrevivir a la precariedad es duro de cojones, y encima pretendes, qué? ¿poder con todo? A veces no hace falta poder con todo. A veces sólo hace falta eso, soltar, dejar las cosas ir, dejar espacio para cosas nuevas.

Cuando algo se hace demasiado pesado, cuando te lastra, cuando te dan ganas de llorar, cuando te pesa, cuando no sabes qué hacer para escapar, entonces ¿para qué seguir? Hay miles de cosas buenas, cosas fáciles, cosas simples. Y bueno sí, quizá no llegarás a lo más alto, no cumplirás todos tus sueños, no triunfarás en la vida. Pero realmente, ¿cuáles son tus sueños? ¿Qué es triunfar en la vida?

Por ahora, triunfar en la vida es no morirme, y lo llevo más o menos bien.

Creo que todo lo que pida más allá de eso, es ser ambiciosa.

Quiero que se me permita abandonar. Quiero que se me permita decir "hasta aquí he llegado", y quiero no sentirme culpable cuando lo haga.

Mary Andrew tiene razón, creo, si busco permiso para darme por vencida quizá es porque es el momento de hacerlo, aunque no aquí,y no ahora. Hay cosas que tengo que terminar, cosas que no puedo dejar por el camino, pero sí puedo ir cerrando puertas, preparando la maleta, ordenando el espacio, y luego, cuando todo esté atado, cuando la maleta esté cerrada, entonces decir "hasta aquí", y marcharme sin cargas.

Es liberador, también, a su manera, el aceptar que voy a rendirme, aunque no sea ahora.

Comentarios

Entradas populares