Babel
Cuando me leí Yellowface, recuerdo pensar que R.F.Kuang tenía pinta de estar enfadada. Había como una rabia tejida en todo el libro que, al principio, no entendía del todo, y esa misma rabia está también en Babel.
Cuando llevaba como la mitad del libro leí una crítica de una estrella en Goodreads que decía que le parecía gracioso que R.F. Kuang estuviera tan enfadada y criticara tanto a los blancos, cuando ella misma vive en occidente, ha estudiado en universidades occidentales, escribe en inglés, publica con una editorial occidental, etc... y ese mismo discurso lo tiene uno de los personajes del libro, cuando le dice a Robin, el protagonista, que a santo de qué se va poner revolucionario ahora cuando lleva toda la vida beneficiándose del mismo sistema que ahora le parece tan terrible. Y tiene cierto sentido, en realidad, pero a la vez es un discurso que, creo, se desmonta muy fácil: ninguna hemos inventado las reglas del juego, pero al final tienes que jugar para poder ganar.
En el caso de R.F. Kuang, creo que se ha pasado el juego: está triunfando en el mismo sistema que se dedica a criticar en sus libros, y como consecuencia, todo el mundo la escucha. ¿La escucharían igual si no hubiera estudiado en universidades prestigiosas y no escribiera en inglés? Probablemente no.
Creo que el acceso a tanta información, y el poder presenciar a diario y tan de frente las miserias del mundo, nos ha hecho acostumbrarnos hasta insensibilizarnos. Babel es una crítica abierta y cruda contra el racismo, el colonialismo, y la indiferencia, y hace un muy buen trabajo recordándonos que decidir no estar de ningún lado, siempre será estar del lado del opresor.
La indiferencia es la peor enfermedad del mundo, y además está concebida, precisamente, para que no podamos escapar de ella.
La evolución de Robin como personaje me parece maravillosa y representativa de nuestro propio viaje como lectores: al principio le cuesta mucho entender el por qué de tanta rabia, por qué debería él unirse a una lucha que no le concierne, y al final, acaba siendo él quien intenta explicarles a los demás por qué deberían unirse a la lucha, por qué deberían estar más enfadados. A mi, al igual que a Robin, al principio me incomodaba tanta rabia, y al final del libro lo único que quería era prenderle fuego a todo.
Why, he wondered, did white people get so very upset when anyone disagreed with them?
Recuerdo leer la noticia de los 30 hombres armados que entraron a una nave industrial para atacar a las personas migrantes que vivían ahí, y pensar que cómo puede ser que esa gente exista así, con impunidad, que esas cosas no estén penadas con la muerte. Y luego me asomo a mirar qué está pasando en el resto del mundo y claro.
Por eso creo que es importante enfadarnos. Es importante que personas como R.F. Kuang, que tienen el privilegio de que sus palabras lleguen a tantísima gente, estén enfadadas, y lo plasmen en sus historias. La gente enfadada es la que hace que el mundo cambie, al fin y al cabo.
Nice comes from the Latin word for “stupid”,’ said Griffin. ‘We do not want to be nice.
Al final no he dicho prácticamente nada de libro en sí, pero claro, al acabarlo lo único que quería hacer era ventilar. ¿Qué puedo decir del libro como libro? Que es terrible y precioso. Que da gusto leer historias tan bien contadas, tan redondas, con personajes tan complejos y tan multidimensionales.
Me encantaría saber qué pasó en el mundo después de Babel.
That's just what translation is, I think. That's all speaking is. Listening to the other and trying to see past your own biases to glimpse what they're trying to say. Showing yourself to the world, and hoping someone else understands.
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