Quiero vivir despacio

Hoy no he hecho nada. "Nada", viniendo a ser igua que "Nada productivo".

He metido los pies en el agua, me he mojado el pelo. He terminado en un par de horas un libro que pensaba que me duraría tres días. Le he tirado la pelota a mis perros, me he sentado en el suelo con ellos a no hacer nada. He observado a mi madre jugar al dominó con sus amigos, y a ratos me he quedado mirando al vacío y he pensado "debería hacer algo".

Pero hay lugares que te invitan a no hacer nada; demasiado calor, demasiado mala conexión, baja señal de internet. Un helado, otro helado.

Mi madre juega al dominó con sus amigos y yo estoy ahí, comiendo helado, mirando sin hacer nada.

Y es lo mejor que he hecho en meses.

Quiero vivir des-pa-cio.

Ya no quiero escalar. No quiero un buen sueldo, ni reconocimiento, ni un buen puesto en una buena empresa. No quiero cuarenta horas semanales, ni treinta y siete. No quiero ocho horas en una oficina. Quiero estar en la piscina cuidando gallinas, recogiendo uvas de la parra, salvando avispas de ahogarse.

Quiero ganar media hora mirando al horizonte, quiero tener un horizonte al que mirar, para empezar. Quiero leer durante horas sin sentirme culpable. Quiero parar cuando el cuerpo me pida parar. Quiero no ser productiva. Quiero ser la persona menos productiva del mundo. No quiero correr.

Noquieroquedarmesintiempo.

Quiero vivir len-to.

Quiero mirar a mi madre jugar al dominó como si fuera lo más importante que tengo que hacer en el día.

Porque lo es.