Sobre libros para listos y libros para tontos


Últimamente, cuando no estoy haciendo nada que requiera el 100% de mi atención (que realmente es un 80% en el mejor de los días), me he enganchado a ponerme de fondo los videos de Ashley Embers.

No sé muy bien cómo llegué a su canal, pero la cosa es que es divulgadora, y todos sus videos tratan temas que, en realidad, lo único que consiguen es que sea cada vez más consciente del terrible estado de la raza humana. PERO, son temas súper interesantes, y ella tiene una manera muy amena de comunicar, así que bueno, ni tan mal. Es verdad que su información hay que cogerla un poco con pinzas, porque ella es de Canadá y la mayoría de los estudios en los que basa sus teorías están hechos sólo en Estados Unidos (que ella llama América, porque para esa gente se conoce que todo América es Norteamérica).

La cosa es que, mas allá de confirmar lo que ya sabemos todos, que es que en USA están fatal, tiene videos con puntos muy interesantes, y el último en concreto me ha resonado especialmente, porque es un tema al que llevo tiempo dándole vueltas. El video en concreto es este, y habla de cómo nos hemos pasado de rosca persiguiendo la comodidad y la conveniencia, y ahora, en muchos casos, juega en nuestra contra. Y uno de esos casos en concreto, es en el que llevo pensando yo un tiempo: LOS LIBROS.

Con toda la movida que ha habido con Katabasis, de R.F. Kuang, y la gente en booktok quejándose de que era demasiado complicado y acusándola de querer demostrar todo el rato lo inteligente que es y lo mucho que sabe, llevo ya un tiempo pensando que quizá no es que R.F Kuang sea demasiado lista, ni que Katabasis sea complicado, sino que, en los últimos años, las editoriales nos han estado acostumbrando a un nivel de lectura que cada vez nos exige menos como lectores, y por lo tanto, cuando nos encontramos con un libro que nos exige un poco más, se nos queda a todes cara de Pikachu.

Esto, obviamente, responde a que cada vez tenemos un déficit de atención más alto y que cada vez nos cuesta más concentrarnos. Por lo tanto, si un libro es demasiado denso, o tiene poco diálogo, es fácil que a muchas personas se les haga pesado y lo dejen nada más empezar. Pero por otro lado... ¿no es esa parte de la gracia? ¿que un libro te anime a investigar sobre cosas que no conoces? ¿que te fuerce a mantener el cerebro encendido, en vez de apagártelo?

Personalmente, Katabasis no me pareció un libro complicado. Sí, habla de muchos temas que no piloto, y sí, los personajes son extremadamente inteligentes, pero lo hacen de manera tan natural, que en ningún momento me pareció que Kuang estuviera gritándome a la cara lo tonta que soy. La impresión que me dio es que estaba hablando de los temas que a ella le gustan, de los que ella habla, y de los que ella sí que pilota, y esto, sinceramente y teniendo en cuenta cómo está el patio, se nota y se agradece.

Por poner un ejemplo: en 2023 se publicó una novela "danmei" ambientada en China y escrita por dos mujeres españolas. No voy a decir el nombre, porque tampoco es plan, y tampoco voy a meterme en el tema HEAVY de apropiación cultural, pero sí que me parece bastante llamativo el hecho de que la gente se vea cuatro doramas, escuche k-pop y se lea Mo Dao Zu Shi, y de repente se ponga a escribir sobre una cultura que no es la suya y sobre temas de los que pilota entre cero y nada. Y más fuerte todavía me parece que una editorial venga y lo publique, pero bueno, eso es otro tema.

La cosa con esto es, que en el caso de Kuang se nota mucho que pilota del tema del que habla, que es algo que le toca de cerca y sobre lo que tiene una opinión muy fuerte, así que, cuando la plasma en el papel, no la edulcora para que se le sea más llamativa al público general. Con esto no quiero decir que Katabasis sea el mejor libro que he leído en mi vida, que no lo es, sólo quiero decir que creo que deberíamos valorar un poco más cuando alguien claramente pone un empeño real en lo que escribe. Como lectora, prefiero mil veces que alguien me cuente una historia sobre algo que le apasiona, aunque sea un tema nicho o complicado, en vez de que me vendan la misma historia de siempre, escrita no por que les guste, sino porque es lo que hay que escribir para vender.

Y esto me lleva otra vez a booktok, a ese video que se hizo tan viral de una booktoker diciendo que le parecía que Seis de cuervos tenía demasiadas palabras por página y se le hacía difícil de leer. A ver.

En los últimos años he notado un aumento loquísimo de libros con los mismos tropos, prácticamente las mismas sinopsis, e incluso las mismas portadas, además de autores que sacan no uno, sino dos o tres libros al año (y todos bastante parecidos). Que no digo que esté mal, pero sí que me hace cuestionarme un poquito la calidad literaria que nos están vendiendo, y cómo nos afecta eso a nosotres como lectores.

Por mi parte, es verdad que desde que rehúyo de los libros que veo mucho por redes, mi vida de lectora ha mejorado mucho. Es sorprendente la cantidad de libros maravillosos que hay por ahí, y de los que nadie habla porque no empiezan por "Un trono de xxx y xxx", no tienen spicy, o no van sobre un faes.

Podría seguir dándole vueltas a este tema eternamente, pero tampoco es plan, así que para terminar, la reflexión que quería hacer es esta: ¿Tiene realmente Seis de Cuervos demasiadas palabras? ¿O nos han ido acostumbrado a libros cada vez más fáciles y con cada vez menos contenido? ¿Es de verdad Kuang demasiado lista? ¿O es que los autores y las editoriales nos tratan, cada vez más, como si fuéramos idiotas?

Yo tiro más por lo segundo, pero vamos, que lo mismo me equivoco.

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