Sobre publicar
Creo que, como autora, no siempre he sido amable con mis historias.
Después de hablar con otres autores, me he dado cuenta de que no soy solo yo, sino que todes hemos tenido, en algún momento, tantas ganas de publicar, que nos hemos subestimado mucho, tanto a nosotres como a nuestras historias (aquí me gusta más el término "sell yourself short", pero no hay ninguna traducción en castellano que transmita exactamente lo mismo). En mi caso, muchas veces he pensado "¿Qué editorial va a querer publicar esta historia tan tara?" o "Como no escribo lo que está de moda, nadie me va a publicar", o cosas por el estilo. Esto, en alguna ocasión, me ha llevado a aceptar la primera oferta de publicación que he tenido, aunque no fuera la que yo quería, y aunque me pasara todo el proceso dudando de si había tomado la decisión correcta.
Primera red flag, amigas, si no puedes dejar de dudar, probablemente no sea la decisión correcta.
Ahora me encuentro con una historia que ha tenido una vida extremadamente corta (y no especialmente buena), y que no sé dónde y cómo volver a colocar, porque SORPRESA, recolocar una historia que ya ha estado publicada, por poco que haya vendido, es una cosa complicadísima. Ahora, que si la novela hubiera tenido una vida corta, pero se le hubiera dado el cariño que merece, pues oye, estupendo, fantasía pura, short n' sweet, como Sabrina Carpenter. Pero no siempre es el caso, sobre todo cuando nos subestimamos y nos conformamos con lo primero que nos dan.
Charlie, aceptamos el amor que creemos merecer. - Las ventajas de ser un marginado.
He sido Charlie muchas veces a lo largo de mi vida de autora, y he aceptado cosas porque pensaba que eran lo único que iba a conseguir, o lo máximo a lo que podía aspirar. Y eso ha sido 100% culpa mía, por supuesto, no sería justo culpar a nadie más. Creo que todes, en realidad, hemos tenido nuestro momento Charlie, y si no lo has tenido, oye, bien por ti, cuéntale a la clase cómo se hace, anda, que creo que nos vendría bien.
Con toda esta chapa, lo que quiero decir es: tenemos que ser más amables con nuestras historias. Chica, escribir es una cosa compleja, requiere tiempo, energía, motivación, inspiración, en el caso ideal, incluso una habitación propia, puestas a pedir. No son cosas fáciles de conseguir, de hecho, muchas veces, conseguir que se cumpla al menos UNA de esas condiciones, es una cosa dificilísima, sobre todo el sistema tan desastroso en el que vivimos. Por eso el conseguir terminar una historia con la que estemos contentas es algo demasiado importante como para que luego lo tratemos como si no fuera gran cosa. Es gran cosa. Nuestras historias son una cosa súper grande, y se merecen salir al mundo de una manera que nos haga sentirnos tranquilas y satisfechas.
Tenemos que aprender a bajar el ritmo y perdonarnos el ir más lento: ¿Que no encontramos casa para una historia durante años? Bueno, más tiempo para trabajar en ella y mejorarla. ¿Que la editorial que queremos está buscando otro tipo de historia? Pues a investigar otras editoriales que nos puedan encajar, aunque nos lleve más trabajo y tardemos más. Es jodido, porque a veces parece una carrera, pero en realidad no lo es. No vamos a ganar ningún premio por publicar más, pero sí que creo que, a mi, por lo menos, me haría más feliz publicar mejor.
Que me jode igual tener ahí mis historias muertas de risa, eh. Pero me he dado cuenta de que me jode incluso más publicarlas mal, por lo que fuera.
Comentarios